Mis vacaciones en Sevilla

Nunca en mi vida he ansiado tanto el irme de vacaciones como este año. Desde hacia unos meses todo en mi vida era un puro problema.

La separación con mi pareja, la falta de trabajo y sus consecuencias, en fin que este ha sido el único momento de mi vida en el cual pensé que podría haber caído en una depresión, pero por suerte mi madre me convenció para que nos fuéramos de vacaciones.

Así que este año el destino nos llevo a pasar mis vacaciones en una casita en Morón de la Frontera, que es un pueblo que esta a unos 65km de Sevilla.

En la casa donde nos íbamos a hospedar no había nada así que dispusimos todo lo necesario, como: dos colchones hinchables, un microondas, un tostador y una cafetera.....

Lo metimos todo en mi coche y emprendimos un largo viaje. Trece horas tardemos en llegar. Nunca hice un viaje tan largo y la verdad he de decir que se me hizo muy pesado. Pero al final llegamos.

Todo allí, en Morón de la Frontera es muy diferente a la vida que llevamos aquí, allí la gente es mas tranquila pero a su vez mas sociable y amables. Vamos, que te haces de amigos en un momento.

Nuestra estancia allí fue de una semana y aunque prescindíamos de un televisor, ordenador y demás aparatos que están hoy día en cualquier casa, hemos estado muy bien, y en ningún momento echamos de menos nada.

Otra cosa que he de agradecer de mi viaje a Sevilla es... que he conocido a dos amigos mios y una amiga mía, las cuales tengo desde hace tiempo y que mantenemos el contacto por vía Internet. Aunque me quede con ganas de conocer a otros amigos que viven en el sur, lo que por circunstancias no he podido ver. Pero volveré y pienso conocerlos a todos.

Las dos cosas que aprendí de este viaje son:

-Que aunque teniendo muy poco en la vida se puede ser muy feliz, que no hace falta tener lujos para saber apreciar lo bella que es la vida.
- Y lo segundo es que la amistad mueve mundos y no entiende de ciudades, de religiones ni de sexos.

Amo Andalucia y se que tarde o temprano volveré.