Amor de ilusión.

Esta historia la llamo amor de ilusión por que simplemente fue eso, una ilusión.

Sucedió después de mi fatídico matrimonio. Cuando este se termino, comencé a salir, y ya sabemos que esto conlleva a conocer a nuevas amistades, y fue ahí cuando conocí a Miguel.

Miguel llego a mi vida como una bocanada de aire fresco, y enseguida me conquisto su manera de ser. Era de esos chicos que saben como camelarse a una mujer, cariñoso, amable, dulce y una cosa que a las mujeres nos gusta mucho, que es, que nos endulcen el oído.

Después de mis dos relaciones anteriores, de las cuales solo me llevaron al sufrimiento, me empecé a dar cuenta de que Miguel era el tipo de chico que yo siempre había estado buscando, me trataba con dulzura, cariño, vamos como digo yo, como a una princesa.

Nuestra relación era muy buena, tanto que a los dos meses de conocernos ya me pidió que conviviesemos juntos.

Mi respuesta ha dicha petición fue que quería esperar un poco, ya que no hacia mucho tiempo que me había separado de mi ex-marido. En mi interior me moría de ganas pero el problema era que no me poda dejar llevar por mis impulsos, ya había tenido dos desilusiones muy grandes en el amor y la verdad es que tanta felicidad me parecía imposible. Tenia tanto miedo de volver a fracasar.....

A Miguel no le hizo mucha gracia mi decisión, pero aun así la respeto y nuestra relación seguía siendo la misma, todo era felicidad a nuestro alrededor.

¿El problema? claro siempre a de haber alguno, los celos. Miguel era un hombre celoso y alguna que otra vez me monto alguna escena por el simple echo de que algún amigo suyo me había apartado el pelo de la cara, o bien, por hablar mas de la cuenta con ellos.

Su comportamiento parecía obsesivo y he de confesar que en algunos momentos llegue a pensar que se había obsesionado conmigo, ya que no se despegaba de mi ni un solo segundo, y cuando no estábamos juntos, los mensajes y la llamadas al móvil eran constantes. Me acuerdo una vez que uso un móvil que no era el suyo haciéndose pasar por otra persona, con el cual escribió un mensaje diciendome que si le gustaba mucho, que me había visto por la calle........

Yo enseguida me di cuenta que era el, incluso pensé que se trataba de una broma , así que ilusa de mi le seguí la corriente. Por la tarde cuando vino a verme estaba muy enfadado, pero le aclare que yo sabia que era el y después de muchas aclaraciones, pareció conformarse con mi explicación.

Nuestra relación a pesar de que era un hombre celoso, se puede decir que era perfecta, pero un día sin motivo aparente su actitud cambio hacia mi.

Llevábamos seis meses de relación y de repente un buen día vino a verme y me dijo que se sentía muy agobiado con nuestra relación, que no veía a sus amigos, que necesitaba tiempo para el....... Cosa que yo en ningún momento lo acapare, sino todo lo contrario, era el el que siempre estaba pendiente de mi y no me dejaba ni un segundo.

Entre los dos y a pesar de que yo lo quería con locura decidimos darnos un tiempo. Lo malo fue que ese tiempo que nos dimos, era a medias. Cada cual salia por su lado, e incluso casi siempre me lo encontraba en la misma discoteca que yo iba, y claro cuando se me acercaba alguien ya estaba el allí. Ya sabemos el dicho, ni contigo ni sin.

Luego nos veníamos a mi casa y pasábamos el resto de la noche juntos. Esta situación duro bastante tiempo ya que yo prefería tenerlo a medias, que no tenerlo de ninguna manera. Para Miguel digamos que la situación se le hizo cómoda ya que estaba seguro de que ahí me tenia esperándole para cuando el quisiera venir a verme y para mi, digamos me acostumbre a recibir solamente las migajas de amor que el me ofrecía.

Así estuvimos casi un año, me negaba en rotundo a dejarle por que yo lo quería, pero llego el día que me di cuenta de que el no me correspondía de la misma manera, así que lo deje.

La conclusión que saque de esta relación es que probablemente jugo con mis sentimientos, pero yo a su vez lo alenté a ello y lo permiti por el gran amor que sentía por el.

Me costo mucho tiempo conseguir olvidarle pero por fin lo logre y lo mas importante es que aprendí de esa experiencia tanto como de las otras dos anteriores.

Que el amor es lo mas bonito que hay, siempre y cuando sea correspondido por ambas partes, y que nunca hay que dejar que el amor te ciegue, para así darte cuenta que la realidad es otra.